Por Lo Salgado
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Siempre he sido fanática de las películas clásicas de terror, de ese terror viejito que se puede ver un poco feo pero con mucha personalidad.
Desde pequeña me acostumbré a ver “La dimensión desconocida”, “Verdad o Ficción”, “Le temes a la oscuridad” y claro a “Escalofríos”. Me encantaban esas historias que parecían tan reales y que al final eran cuentos muy entretenidos y asustadizos.
Cuando me enteré que saldría en Netflix una peli de terror basada en los libros de R.L. Stine dije “WOW” ya quiero ver cómo se recrea ese miedo antiguo pero con actores y actrices de ahora. Ya que muchas cosas de los 70s, 80s y 90s está regresando a estar de moda.
Mi intriga empezó con el poster, ya que te indicaba que no todas saldrían al mismo tiempo, fueron estrenándose en diferentes fechas. Esto me encantó, así me permitiría entender mejor cada peli y ver cómo estaban entrelazadas.
¿De qué se trata?
Las historias de “La calle del terror” basadas en los libros de R.L. Stine, nos cuentan cómo es la vida en el pueblo de Shadyside, donde un grupo de adolescentes descubre que una serie de asesinatos que pueden estar relacionados entre sí y estar condenados a repetirse una y otra vez si no logran encontrar el inicio de la maldición. Toda la trama enfoca en las dos protagonistas de la película inicial que son Deena y Samantha. Es así que la historia les llevará desde el año 1994 al 1978, finalizando en 1666 donde se intentará descubrir quién fue Sarah Fier y la conexión que esta podría tener con lo que está ocurriendo.
La historia es bastante completa, interesante (maldiciones, muertes, asesinatos, persecuciones, brujas, hechizos, supersticiones y más) tiene su lado romántico heterosexual, homosexual y vaya hasta atracción hacia muertos vivientes. Debo admitir, que me sentí muy cómoda al ver todo lo que antes no se veía en el cine.
Lo que me gustó
En las tres peliculas si hubo algo que me pareció ex-ce-len-te fue la música. Eligieron muy bien cada época y cada canción. Me esperaba una canción de Nirvana, pero me la dieron en la segunda película. Fue una gran curaduría de música, aunque podríamos decir que la última tiene muchísimo menos música de lo que me imaginaba. Aún así, bien.
Me encantó el tributo constante a las películas clásicas de terror y sobretodo del género slasher, desde la primera escena con Maya Thurman-Hawke muy al estilo Scream, hasta un poquito de The Witch y la black sheep en la última película (1666). Realmente si te pones a ver cada detalle encontrarás desde Viernes 13, Halloween, Carrie, Sé lo que hicieron el verano pasado, Masacre en Texas, un poquito de 13 fantasmas y más.
Otra cosa que me pareció bastante interesante es la dirección de Leigh Janiak, una perspectiva fresca y bien ejecutada. Como dato curioso, es esposa de uno de los creadores de Stranger Things, así que es completamente normal si sientes un toque muy similar desde el cast hasta el pequeño pueblo donde todo ocurre.
Por ultimo, y para no terminar spoileando, el detalle en el diseño (uff!), desde vestuario, posters, libros, música y los créditos y el opening, son di-vi-nos. No me defraudaron para nada, tienen un toque muy neon, ochentero y muy al estilo StarWars. Bien ahí.
Como comentario final, sí la recomiendo aunque no sentí lo mismo por las tres películas. Algunas me gustaron más que otras. Si las pongo en orden de gustos diría que: 1994, 1666, 1978. Y no es que 1978 no me haya gustado, solo que no me pareció tan necesaria una sola película como conexión. Creo que se pudo haber ahorrado. Sin embargo si recomiendo verlas todas en un fin de semana para adelantar el Halloween.
*Advertencia* Si no te gustan las películas muy explícitas, con mucha sangre e inclusive violencia con niños mejor, oprime ese botón y ve otra película del catálogo de Netflix.
Calificación: ★★★★½
